domingo, 24 de julio de 2016

Capítulo 1

-Pensamos que debemos expandir nuestros productos a los pueblos más allá, serían más ganancias.

-Pero también sería más tiempo de viaje, junto con el hecho de que habrá que cultivar más y correr el riesgo de ser robados.-respondió con una sonrisa divertida Shizuka con su mentón apoyado en su mano.

-Eso lo tengo entendido. Pero si se hace más dinero lograr más cultivos no sería un problema. Realmente el terreno fértil en el reino es extenso.

-Queda el hecho de los viajes más largos.-dijo la chica arqueando una ceja aún con su sonrisa divertida.-Mientras más largo sea el viaje, más tiempo nos tomará tener aquí a quienes trasladen nuestros productos. De esta manera, corremos un riesgo de necesitar a alguien para un envío de emergencia y que no este.

-Podemos buscar personas de confianza nuevas, que puedan cargar con tal deber.-dijo el hombre parte de la nobleza, dedicado a cultivos de frutas en las diferentes épocas del año, teniendo así una buena ganancia en sus comercios con ayuda del reino.

-Podemos dejar esta conversación al pendiente.-propuso Kazemaru uniendo sus manos.-Ya que por un buen tiempo Shizuka a estado a cargo de los tratos con otro países ante la ausencia de nuestra consejera principal, creo que esto debe ser tratado por Suzuno-san.-dijo el chico mientras Shizuka soltaba una risa.

-De todas maneras, el punto de vista de Shizuka es algo verdadero.-comentó Hiroto, el hombre que ayudaba al rey Endou con temas políticos.-Cuando Yukiko-san vuelva, se puede buscar nuevos empleados que transporten las mercancías. Además del rey, es una de las personas que mejor ojo tiene eligiendo a personas de confianza. Hasta el momento, tal idea quedara suspendida.

-Necesitaremos consultar. Queda suspendida una nueva junta con usted para dentro de veinte días, el lapso estimado en el que volverá nuestra consejal de mercadeo externo.-dijo Endou para recibir una reverencia del hombre quien salió guiado por un guardia.

-Haces bien tu trabajo para ser una niña.-halago Hiroto sonriéndole a la chica parada a su lado que sonrío.

-Yukiko-san me enseña muy bien, al igual que Fuusuke-san.-dijo para mirar a su padre adoptivo que le sonrió levemente para peinar un poco su cabello con su mano.

-Llegara un momento donde ellos tengan que tomar nuestros puestos.-dijo Kidou viendo a Endou que suspiro antes de mirar a su lado derecho. Tenma estaba parado observándole con una sonrisa.

-Falta un tiempo aún.-dijo esta vez Goenji dejando sus brazos sobre la mesa grande que tenía alguna especie de forma en U, solo que más recta, con dos puestos más altos en la parte cerrada para Endou y Kazemaru, siendo ellos los reyes.

-Pss.-Shizuka hizo una seña tras ella a lo que su sirvienta personal, Misaki, se había acercado rápidamente a ella para escuchar lo que fuera a pedirle.-¿Te imaginas a nosotros aquí? Me encantaría ver eso, Kariya y Yukimura estarían peleando cada cinco minutos.-la chica contuvo una risa para mirar la sonrisa burlona de la de cabello naranja.

-La guerra que alguna vez se armo en Troya se arma en la consultoría de los altos mandos.-dijo entre risas mientras Shizuka reía burlona para voltear mientras Misaki retrocedía divertida.

Shizuka era la protegida de Yukiko, además de la hija adoptiva de la misma y de su hermano Suzuno Fuusuke, siendo cuidada por ambos desde muy pequeña. La chica aprendía sobre el trato de comercio exterior, ella en un futuro, y hasta actualmente, estaría administrando tal negocio y teniendo que viajar a otro reinos para conseguir clientes para sus productos. Su sirviente era Misaki, una chica que había conocido desde pequeñas gracias a Kazemaru, y que se volvió su sirviente cuando ella se volvió la protegida de Yukiko.

Esas eran ellas dos, Kita Shizuka, pues tenía su apellido biológico, y Ichirouta Misaki, siendo la hija adoptiva de Kazemaru, pero incapaz de dejar de lado a Shizuka.

[•••]

-Shindou-Kun...

-¿Dime?.

-Me aburro mucho...-se quejó la chica en un murmullo mientras el chico reía nervioso.

-¿No tiene nada que hacer hoy de acuerdo a sus actividades en el castillo?.-preguntó el chico peinando el cuerpo de su caballo mientras la chica le observaba sentada en un fardo de heno.

-No... Hoy había consultoría de altos mandos, Shizu-chan tuvo que ir.

-Cierto, Yukiko-san está de viaje.-recordó el chico para voltear a ver a su amiga de ojos acuosos.-Sí no mal recuerdo, luego de la consultoría los aprendices debían asistir al salón para un anuncio urgente.

-Si, al parecer vendrán unas personas de otros reinos.-dijo la chica mirando con sus tranquilos pero dulces ojos al chico.-Dijeron que teníamos que conocerlas. Más que todo Shizuka, Fina y yo, no entiendo muy bien el por qué.-dijo haciendo una mueca pensativa y confundida haciendo que Shindou soltara una risa.

-Miyuki, debe ser algo muy importante.-dijo el chico acercandose a ella mientras ella le observaba.-Algun anuncian especial, tal vez que el rey tendrá un tercer hijo.-dijo con una sonrisa mientras Miyuki sonreía con algo de emoción.

-¿Te imaginas?.-preguntó para soltar una leve risa.-Bueno, sabemos que el heredero del reino es Neiro. Aunque otro hijo del rey sería una gran alegría para todos.

-Todos adoran al rey y aman a sus hijos.-dijo la chica con una dulce sonrisa para extenderle sus brazos al chico. Este tomó la cintura de la chica para bajarla de los fardos de heno dejándola frente a él.-Shindou-kun...

-Es mejor que vayamos yendo al castillo.-dijo el chico separándose de la más pequeña. Dejo los utensilios del cuidado del caballo para tomar su saco y colocárselo.-Pronto acabará la consultoría, debemos llegar pronto.-dijo para señalar a su lado sonriéndole a la chica. Esta sonrió levemente empezando a caminar siendo seguida de cerca por el chico.

Miyuki era la protegida de Midorikawa y Hiroto junto con Kariya. Aprendía sobre la ayuda que se le debía proporcionar al rey y a la reina con sus actividades políticas, como la extinción del reino, tratados de paz y otras cosas parecidas. Kariya estaba más a cargo de ello, ella aprendía más al cuidado y la ayuda a la reina con sus hijos y estar siempre que esté le necesitará con alguna duda sobre las actividades políticas y como aconsejar y ayudar a su esposo.

Shindou, por otro lado, era un noble de alta clase, siempre era invitado al castillo por ser un amigo de la infancia de Miyuki. Además, era muy reconocido por tocar el piano, por lo cual con más permiso tenía de visitar el castillo.

Miyuki miró de reojo a su amigo que le sonrió levemente a lo que ella miró al frente algo sonrojado. Existía ese detalle. Ella estaba enamorada del chico...

[•••]

-¡Fina por favor! ¡Debemos ir a la consultoría!.-pedía Ines golpeando la puerta de la habitación de la chica.

-¡No quiero! ¡Luego dirán algo que nos dejara tontos a todos y se vendrán más problemas con las actividades como protegidos!.

-¡Por Dios! ¡Ni que tu hermano te fuera a tirar a matar!.-se quejó la chica de cabello negro bufando cruzando de brazos.-¿Acaso usted no tomará su desayuno? Desde que despertó está encerrada en esa habitación.

-No me trates de usted Ines.-se quejó la chica al otro lado de la puerta mientras Ines suspiraba.

-Fina por favor, tienes dieciséis años, necesito que salgas de esa habitación inmediatamente o que por lo menos hablan la puerta y tomes el desayuno.-dijo con un tono molesto y demandante.

-Pero no quiero... Odio asistir a las consultorías...-murmuro la chica haciendo que Ines suspirara nuevamente.

-Hermosa, dentro de unos años serán ustedes quienes tendrán que ayudar en todo a sus tutores y seguidamente buscar unos protegidos y enseñarles todo lo que ustedes aprendieron.-dijo la chica recostando una de sus manos en la puerta de bandera.-Posiblemente tengamos un reinado próspero como el actual, he de pensar que nuestro consejo será igual al actual. Refiriéndome a que los hijos de los amigos del rey serán nuestro nuevo consejo en veinte años.-escucho una pequeña risa al otro lado de la puerta haciéndola sonreír.

-Sería algo muy raro y gracioso, pero se que tendremos un reinado muy largo y próspero.

-Así será. Ahora, abre la bendita puerta.-volvió a regañar antes de que escuchara algo moviéndose dentro y la puerta se abriera mostrando una avergonzada Fina.-Muchas gracias.-dijo para agacharse tomando una bandeja del suelo entrando a la habitación.-Como hermana de uno de los capitanes de la guardia real debe comportarse como es debido. Señorita, no es por mal, pero si su hermano no tuviera buen corazón-

-Estaría en la calle, lo sé, lo sé.-dijo la chica suspirando para cerrar la puerta y sentarse en su cama.-Haruya-nii es muy considerado.

-Así es, y el rey aún más.-aseguró Ines terminando de revolver el jugo de la chica para extenderlo, Fina lo tomo entre sus manos observándole.-Su secreto está a salvo de todo el reino, nada más que el consejo sabe tal detalle.-dijo sonriendo para sentarse a su lado.-Le prepare unas tortillas con crema y fresa, además de una tacita de fresas con chocolate como pequeño postre.

-Se ve muy rico.-dijo Fina cuando Ines dejó la bandeja sobre sus piernas. Fina empezó a comer siendo observaba por una sonriente Ines.

Fina era la hermana menos de Nagumo Haruya, uno de los capitanes de la guardia real, encargado de los entrenamientos junto a Fudou. Ella solo era una persona que vivía en el castillo sin nada más que hacer, podian llamarla princesa al vivir allí, y corría las responsabilidades como tal en las cuales ayudaba a Tenma, quien actualmente era un protegido del rey ya que el chico no tenía familia.

Ines, por otro lado, era la sirviente personal de Fina, no tenía familia y era una niña de la calle. Conoció a Fina cuando tenían nueve años y fue acogida como la sirviente personal de esta desde entonces, teniendo ambas actualmente dieciséis años.

-Di, Ahh~ .-dijo Fina extendiendo a Ines un bocado de las tortillas, la chica se sonrojó levemente negando con sus manos.-Que sigas Ahhh~ .-se quejó haciendo pucheros.

-A-Ahh~ .-dijo la chica algo sonrojado recibiendo la comida en la boca, Fina sonrió victoriosa para seguir comiendo. Amaba a Ines, así como Ines la amaba a ella.

[•••]

-¡Argh!.-soltó la chica de cabello vinotinto cortando la cabeza del muñeco de madera con su espada.

-Realmente eres muy buena.-halago Fudou levantando la cabeza de madera con su pie para sostenerla entre sus manos.-Debe ser una alegría que se haya aceptado que tú seas la protegida de uno de los capitanes de la guardia, con el destino de combatir por el nombre del rey.-dijo para dejar la cabeza en una mesa mientras la chica limpiaba el sudor de su frente jadeante.-Aunque sigue siendo una pena que se considere en el pueblo que las mujeres no deben ser permitidas en la guardia.

-Se logró convencer con el nombre de la Diosa Artemisa.-dijo la chica para levantar su espada atacando el cuerpo de madera del muñeco.

-Artemisa es la diosa de la sabiduría y la caza, sin duda era una gran guerrera, no diré que eres igual que ella.

-Hay una diferencia entre humanos y dioses.-aseguró la chica haciendo que Fudou soltara una risa.

-Tienes razón, pero sí considero que eres una de las siervas de Artemisa, quien imparte sabiduría y poder de guerra en nuestro mundo, Ryas.-la chica clavo hasta la mitad de la madera la espada para jalarla y girarla en su mano.

-Si la Diosa me concedió tal deber, será un honor cumplirlo.-dijo para clavar la espada en el suelo sosteniendo el mango con sus dos manos.-¿Qué hora es?.

-Deben ser las nueve. Debemos irnos, pronto es la reunión del consejo con los protegidos por la llegada de esas personas.-Ryas cerró un momento sus ojos para sacar su espada del suelo y guardarla en su estuche.

-¿Sucederá algo fuera de lo común?.-preguntó la chica caminando a la tienda donde podía cambiarse.

-Creo que veras algo de molestia en la reunión de hoy.-Ryas le miro un momento notando la sonrisa en el rostro del adulto antes de entrar a la tienda.

Ryas era la protegida de Fudou, su familia era pobre, ella debía hacerse cargo de tal puesto por el bien de su familia. Su objetivo era aprender todo sobre la guerra, los entrenamientos y estrategias de combate, algo que le enseñaban Fudou y Nagumo ya que, en el reino, no se consideró a nadie mejor para tal puesto.

La chica luego de cambiarse salió de la tienda para dirigirse con Fudou a los adentros del castillo a la sala principal. En unos minutos tal vez llegarían los invitados del rey...

[•••]

-¿Estará bien? Creo que no está bien. Pienso que está mal... Pero la guerra...-murmuraba Endou con su boca cubierta mientras todos en la sala le observaban confundidos.

-¿Qué le sucederá a Endou-san?.-preguntó Tenma a Fina que se encogió de hombros.

-Debe tener sus típicas dudas existenciales.-se burlo Shizuka haciendo que Ryas girará sus ojos.

-Dudo de tal cosa.-comentó Kinsuke riendo nervioso. El era el protegido de Fubuki y Goenji, aprendiendo todo lo que tenga que ver con medicina para la ayuda de los guerreros y personas del reino.

-Si nos ha llamado a todos debe ser algo importante. No una duda existencial que va a aclarar con Kazemaru, Hiroto, Kidou y Goenji.-dijo Miyuki riendo nerviosa mirando a Shizuka que bufo volteando su cabeza hacia detrás viendo a Misaki.

-¿Tienes alguna idea de lo que sucede?.-preguntó la chica más alta mientras la de baja estatura se encogía de hombros con una mueca confundida. Shizuka volteo nuevamente al frente viendo que Kazemaru acomodaba la corona de Endou quien parecía aún nervioso.

-Parece ser algo que a él le incómoda.-comentó Ines algo preocupada de la situación. El silencio reino en el lugar cuando las grandes puertas se abrieron, inmediatamente los integrantes del consejo, situados del lado derecho del trono, observaron a Endou que apretó entre sus manos los apoyas brazos del trono más que nervioso. Sus dos hijos gemelos le miraron algo Preocupados mientras Kazemaru sonreía algo nervioso por el comportamiento de su esposo. Por otro lado, los protegidos junto con sus sirvientes observaban la puerta por donde entraron varios chicos siendo escoltados por unos caballeros tal vez de la misma edad.

-Bienvenidos.-dio la bienvenida Endou cuando las puertas fueron cerradas.-Espero que su viaje haya sido tranquilo y sin ningún problema.

-A sido así.-respondió el que parecía ser el mayor de todos los chicos, mostrando una tranquila y amable sonrisa.-Agradecemos que el rey nos reciba en el castillo. Tras nuestro largo viaje, sin duda es algo bueno ver que este reino es tan prosperó.-halago el chico haciendo una leve reverencia.-Me presento a usted como Tsurugi Yuichi, heredero al trono en Runmania. Mi hermano, Tsurugi Kyousuke.-señaló al chico a su lado de una apariencia algo similar, aunque el chico mostraba un rostro serio he indiferente.

-Me presento ante usted como el heredero legítimo del reino de Esteler Unit. Yukimura Hyouga.-se presentó otro de los chicos haciendo una leve reverencia con un rostro tranquilo pero serio.

-Es un gusto conocerlos a todos, y un gran placer tenerlos en Janpein y darles la bienvenida.-dijo Endou moviendo disimuladamente sus hombros nervioso.-Sería un gran placer presentarles a mi esposo. Kazemaru Ichirouta, y mis dos hijos, Endou Neiro y Neiru.-presentó el rey a su familia para levantarse y hacerle una seña a Tenma que se acercó rápidamente.-El es mi protegido, Tenma, quien ayudara por sobre todas las cosas a mi legítimo heredero, Neiro.

-Sin duda el placer es nuestro, al conocer a la familia del rey.-aseguró Yuichi con su sonrisa tranquila. El Tsurugi menos dirigió su mirada a las chicas en la sala que les observaban detenidamente, ¿el punto de la visita de esos chicos era?.

-Un gran placer.-soltó el chico de ambares ojos haciendo que Yuichi y Yukimura le miraran, junto con Ibuki, Hakuryuu y Taiyou, quienes eran los sirvientes y guardias personales de cada chico.-Pero realmente, quisiera tratar inmediatamente el punto de nuestra visita. Algo que al parecer el rey ya tenía en mente, ante la presencia de los tan mencionados protegidos de la corte real.

-Kyousuke.-regaño Yuichi entre dientes antes de que el rey hiciera una seña con su mano de que tal cosa no importaba y sonriera nervioso.

-Verá, su alteza.

-Por favor, llámenme Endou.

-Endou-san.-reanudó Tsurugi su palabra adelantando un poco sus pasos de sus acompañantes.-Realmente quisiera conocer a la persona, que tan afortunada debe ser, para estar conmigo, mi hermano y el futuro rey de Esteler Unit.

-¿Tres matrimonios arreglados...?.-preguntó Misaki en un susurro mientras Shizuka dirigía su mirada a Miyuki y Kariya parados a su lado izquierdo, ambos mostraron una expresión de sorpresa, Miyuki bajo su mirada con algo de miedo antes de volver a subirla intentando disimular y Kariya dirigió una mirada a la chica de cabello naranja y ojos de heterocromia.

¿Quién tendría el desagradable destino de un matrimonio arreglado?.

-Quiero primero, dar en claro a esas tres personas.-empezó Endou para voltear a ver a los protegidos de sus amigos quienes voltearon a verle.-Que este arreglo es por un bien de ustedes mismo y hasta del mismo reino, por lo cual, no desearía que sea considerado como una injusticia.

-Esto no me gusta...-murmuro Ryas mientras Ines y Misaki se miraban algo nerviosas.

-Por favor.-dijo esta vez Kazemaru levantándose para pararse a un lado de su esposo.-Shizuka, Miyuki y Fina.

-¿Estás bromeando?.-preguntó Shizuka soltando una risa nerviosa mientras Fina observaba sorprendida a los dos adultos y Miyuki bajaba su mirada asustada.-¿Nosotras?.

-Ustedes, son quienes desposaran a Yukimura, Yuichi y Kyousuke. En el mismo orden en que las mencione.-Fina dirigió su mirada a donde estaba su hermano que tenía el ceño fruncido y los hombros encogidos mirando al suelo nervioso.

-¿¡Tú lo permitiste?!.-gritó la chica de ojos verdes y turquesa haciendo que su hermano cerrará con fuerza sus ojos.

-¿¡Puedo saber que bien trae esto al reino?!.-preguntó Shizuka con una gran sonrisa divertida adelantando sus pasos de los demás.-¿¡Qué clase de gran bien nos trae a todos?!.

-El de evitar una guerra con Runmania, y el ayudar al heredero de Esteler Unit...-respondió Suzuno aunque la chica no había desviado su mirada de los reyes. Fina cubrió su boca bajando su mirada mientras Miyuki caía arrodillada al suelo abrazándose a sí misma.

-No me hagan reír.-soltó Shizuka volteando a los tres príncipes que le observaban.-¿Una guerra?.-preguntó riendo burlona, aunque la ira se notaba en sus palabras, aunque su rostro luciese divertido, burlón y a su vez algo enfermo, más cuando la chica tenía una pequeñas ojeras marcadas bajo sus ojos.-¿Por qué necesitar una guerra para un sucio matrimonio arreglado?.

-Shizuka.

-¡Tú cállate!.-gritó la chica cuando Suzuno le nombró.-¿¡Qué clase de mente enferma tienen para querer una guerra solo por querer casarse con alguien?!.-preguntó a los hermanos, Yuichi desvió su mirada mientras Tsurugi le observaba con el ceño fruncido.-¿Qué ayuda te proporcionó yo a ti, al casarme contigo?.-preguntó mirando a Yukimura quien apretó sus labios.

-Se hizo un acuerdo donde tú no sabrías tal detalle hasta que se conocieran mejor...-murmuro Hiroto haciendo que la chica soltara una carcajada histérica pero burlona.

-¡Qué divertido!.-exclamó volteando nuevamente a los reyes.-¡Es como una barata obra de teatro! ¡¿Qué viene?! ¿¡Me falta enterarme que los demás también están comprometidos y nos tendremos que ir?! ¡Suena tan dulcemente siniestros todo esto que solo me produce gracia!.

-¡Shizuka basta!.

-¡Callate!.-gritó la chica volteando a Suzuno mirándole con una sonrisa burlona sumamente amplia y unos ojos terroríficos, Suzuno se sorprendió al verla retrocediendo un poco, ya que se había acercado a ella.-Tu... Ah... ¿Yukiko está de acuerdo en esto?...-Suzuno frunció levemente el ceño mirando a otro lado.-No lo sabe... Ja...-soltó la chica para voltear a sus dos amigas igualmente comprometidas sin su permiso. Miyuki temblaba entre los brazos de Kariya mientras Fina cubría su rostro.-Nos vamos.

-¡No pueden-!

-¡NO QUIERO ESCUCHAR PALABRAS DE RESTRICCIÓN EN ESTE MOMENTO!.-se quejó la chica al escuchar la voz de Kidou.-¿¡Si quiera sabes que se siente que te quiten la libertad?!.-preguntó volteando a ver al hombre.-¿¡Sabes que se siente que de un momento a otro, un futuro deseado con alguna persona amada se desvanezca con algunas cuantas palabras?!.-soltó una risa burlona para acercarse a Fina tomando su mano.-Inés, Misaki.-llamó a la sirvienta de su amiga y la suya propia. Ambas se acercaron a Fina para llevarla a la salida mientras Shizuka se acercaba a Miyuki a quien levantó.-Hagan un favor, y no molesten.-dijo riendo divertida para salir del gran salón con Miyuki caminando entre sus brazos.

-Realmente.-empezó Tenma algo pensativo.-Pienso que las chicas está sufriendo mucho, sé que algunos de la corte real, junto con algunos amigos más, fueron juntados bajo un matrimonio arreglado y han corrido la suerte de amarse, pero...-el chico miro a sus demás amigos que le observaron.

-Pensar que mantenerlo en secreto hasta el último momento, poner restricciones y...-Kariya cayo apretando sus puños lleno de ira.

-Una guerra.-soltó Ryas caminando a la puerta.

-Realmente son cosas espantosas.-dijo esta vez Kinsuke con lágrimas en sus ojos para seguir a sus amigos.

-Endou-san.-Tenma hizo una reverencia con sus puños apretados.-Le tengo mucho respeto, mi lealtad siempre estará con usted. Pero guardar tales cosas y que se puedan provocar tales atrocidades de estas personas, sin duda es un gran error tal matrimonio por este tipo de circunstancias.-dijo para enderezarse y caminar las pequeñas escaleras hasta llegar frente a los visitantes.-Lamento tal escena que han presenciado, no debió ser de su agrado, pero es la verdad sobre toda la situación, así que realmente no me arrepiento de que Shizuka haya reaccionado de tal manera. Con su permiso, y el de toda la corte junto al rey. Nos retiramos en este instante.-dijo para hacer una pequeña reverencia a los invitados y pasar entre ellos saliendo del gran salón.

-Al parecer... El seguimiento de tal tema deberá darse en otro momento.-dijo Kazemaru mientras Endou se sentaba suspirando desanimado.-Los guardias les guiarán a sus habitación, siéntanse cómodos de pasear por el castillo y por el reino.

-Muchas gracias.-agradecieron Yuichi y Yukimura mientras todos hacían una reverencia antes de salir.

-Esto está mal...-murmuro Fubuki notando que Yukimura le dirigió una rápida mirada antes de salir del salón.-Esta mal... Es un desastre...

-¿Qué hice...?.-soltó Nagumo hincandose en el suelo sosteniendo sus cabellos.-Dios ¿que hice...? Ruki me va a arrancar la cabeza cuando se entere... Y Fina está muy triste... Maldicion que hice...-soltaba el chico en murmullos mientras Suzuno cubría su boca apretando su mandíbula. Shizuka era su hija adoptiva y la había entregado a un niño desconocido sin su propio consentimiento. Al igual que Nagumo a su hermana.

-Hiroto...-soltó Midorikawa observando con ojos llorosos a su esposo que le abrazó acariciando su cabello.

-Todo estará bien...-le dijo en un intento de calmarle.-Con el tiempo, todo se solucionara...-dijo cerrando sus ojos. Miyuki siempre había sido cuidada por Midorikawa, era como su hija adoptiva además de Kariya. Había cometido el mismo pecado que Suzuno.

¿Podría llamarse esto el bien para el reino realmente?.